MOTIVACIÓN

La Bioinformática y la Biología Computacional, así como la Ciencia de Datos conforman una disciplina científica emergente que se ocupa de la adquisición, almacenamiento, procesamiento, distribución, análisis e interpretación de grandes cantidades de información biológica de distintas fuentes, con el propósito de comprender los sistemas biológicos a partir de esa gran variedad y volumen de datos. Esta área de investigación se caracteriza por su carácter multidisciplinar en el que se aúnan conocimientos, métodos y técnicas de la informática y de la biología, así como de la matemática, la estadística, la física, la ingeniería, la química o la medicina.

Esta disciplina es cada vez más utilizada por los laboratorios y centros de investigación biomédicos de todo el mundo, y los profesionales en este campo son cada vez más demandados. Esto ha propiciado la creación de estudios de grado y máster en Bioinformática en multitud de universidades españolas y del resto de la Unión Europea, siendo una de sus características fundamentales que las herramientas utilizadas en este ámbito son accesibles de forma gratuita a través de internet, disponible ya en la práctica totalidad de los centros escolares. El conocimiento básico por parte del alumnado de esta nueva disciplina científica, adaptado de forma adecuada a los distintos niveles educativos, supondría un paso más de cara la consecución de los objetivos educativos en las etapas de la ESO y Bachillerato, sobre todo aquellos relacionados con la competencia digital y STEM. En este sentido, la propia LOMLOE establece la necesidad de un enfoque de la competencia digital más moderno, amplio y transversal para dar respuesta a la realidad en la que vivimos. El poder resolver problemas de la vida real de una forma práctica e interdisciplinar, combinando herramientas informáticas con aspectos tan importantes del currículo de biología, como la genética, la salud o la evolución de los seres vivos, puede suponer una experiencia muy enriquecedora y motivadora para el alumnado, que incluiría en su bagaje competencial aspectos tan interesantes como el conocimiento de las bases de datos biológicas, el manejo de los navegadores genómicos, la construcción de árboles filogenéticos o la identificación de mutaciones asociadas a enfermedades, entre otros.